Diciembre en la Región de Murcia es sin prisas, con sobremesas largas, brindis y muchas ganas de 'picar algo bueno'. Y en esa mesa, si queremos hablar en serio de producto de la Región de Murcia, no puede faltar un plato de salazones.
Mojama, hueva, bonito seco... lo que antes era pura necesidad para conservar el pescado hoy es un capricho que sabe a mar, a bares de siempre y a familia alrededor de la mesa.
Un plato muy sencillo ¡y muy de aquí!
La escena es fácil de reconocer:
Tabla, cuchillo, un buen AOVE de la tierra, un puñado de almendras fritas y el plato de salazones en el centro. Cada uno corta a su gusto, se repite sin vergüenza y siempre hay alguien que dice: "esto, con un vino de Jumilla, ya es Navidad". El plan, más 'salao', imposible.
Mojama: el 'jamón del mar'
La mojama de atún es uno de los bocados más reconocibles de la Región. Lomos de atún curados en sal, secados con mimo y cortados en láminas finas.
Sabor intenso, textura firme y ese punto de grasa que, con un chorrico de aceite y unas almendras, se convierte en un entrante que no necesita más explicación.

Hueva: el bocado para los fans, muy fans, del salazón
La hueva de mújol es palabra mayor. Firme, concentrada y con un sabor profundo que engancha a quien la prueba sin miedo.
En láminas finas, acompañada de almendra marcona y pan crujiente, es uno de esos bocados que resumen muy bien lo que es el Mediterráneo murciano: producto, sencillez y carácter.
También encontramos otras variedades como la hueva de maruca o la hueva de bonito, que permiten jugar con matices distintos de sabor en un mismo plato.

Bonito seco y compañía
El bonito en salazón es otro clásico que aparece en muchas mesas de la Región, ya sea como aperitivo o dentro de ensaladas y elaboraciones frías.
Su carne, más jugosa y marcada que la de otros salazones, combina de maravilla con tomate, cebolla tierna, aceitunas negras y un buen vinagre de la huerta.
El resultado: una ensalada que 'se come sola'.
Junto a él, no es raro encontrar otras piezas secadas al aire, como lomos de atún, bacalao salado o capellán, que completan la tabla y permiten hacer un pequeño 'tour' por los sabores del mar en versión murciana.

Cómo se disfrutan en la Región de Murcia
En bares, casas y chiringuitos, los salazones aparecen de mil maneras, pero hay algunas formas de tomarlos que se repiten:
Plato de salazones mixtos: mojama, hueva, bonito y almendras fritas. A veces, también embutido de la tierra.
Ensaladas con salazón: desde la clásica ensalada murciana con su toque de bacalao o bonito, hasta versiones más modernas con cítricos, brotes y encurtidos.
Tostas y montaditos: pan crujiente, tomate rallado, aceite y una lámina de hueva o mojama por encima. Poco trabajo, mucho sabor.
Diciembre: el mejor momento para sacarlos a la mesa
¿Por qué encajan tan bien los salazones en diciembre?
Son fáciles de compartir y siempre funcionan como "rompehielos" en la mesa.
Se preparan en un minuto: cortar, aliñar, servir.
Hacen de puente perfecto entre la huerta, el mar y los vinos de la Región de Murcia, tres pilares de la despensa de 1001 Sabores.
Mientras unos montan el belén y otros descorchan la primera botella, el plato de salazones ya está en el centro, diciendo sin palabras que la reunión va en serio.
Este diciembre, si quieres que tu mesa hable con verdadero acento murciano, empieza por algo sencillo: un buen plato de salazones, pan, aceite y ganas de compartir.
Lo demás viene solo...

