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Lo que no te puedes perder en Yecla


Lo que no te debes perder

LUGARES

BASÍLICA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

La Basílica de la Purísima Concepción o "Iglesia Nueva", de estilo neoclásico, destaca por su cúpula semiesférica construida con teja vidriada azul y blanca, decorada en espiral. En su interior se pueden visitar sus diferentes capillas, obras pictóricas y escultóricas, destacando el "Cristo arrodillado ante la Cruz" de José Esteve Bonet, la "Virgen de las Angustias" de Francisco Salzillo, y, sobre todo, las pinturas de las bóvedas de la nave central y el transepto, obra del pintor lorquino Manuel Muñoz Barberán.


SIERRA SALINAS

En el suroeste de Yecla se encuentra la Sierra de Salinas, uno de los principales espacios naturales de la Comarca del Altiplano. Nos encontramos en un paraje agreste, con notables barrancos encajados entre sus laderas de gran belleza e importancia ecológica. La cumbre de la sierra se conoce como "Capilla del Fraile" y cuenta con 1.237 metros de altitud sobre el nivel del mar, lo que la convierte en el punto más elevado del término municipal de Yecla y el segundo del Altiplano.


GASTRONOMÍA

La gastronomía yeclana es otra tentación imposible de resistir. Gachasmigas, gazpachos, empanadas de patata, 'pelotas' y queso frito con tomate constituían la dieta tradicional de los campesinos de esta tierra. Asimismo, también podremos encontrar otras delicias como las tortas fritas, que se pueden comer con azúcar, anchoas y miel; la olla gitana o las patatas en caldo.

Entre los dulces característicos destacan los 'libricos', que se hacen artesanalmente, siguiendo una receta que se pasa de padres a hijos y cuyos ingredientes son obleas y miel. El 'pan bendito', elaborado a partir de harina, huevo, aceite y azúcar. Además de deliciosos, llama la atención su apariencia, ya que, por lo general, se adornan con vistosas formas de animales o flores. Los sequillos, magdalenas, toñas, galletas, rollos de anís y las ensaimadas completan el catálogo de postres.


SENDERISMO

Yecla también ofrece muchas alternativas para el senderismo, la bicicleta o la espeleología. Declarado por la UNESCO Bien de Interés Cultural, el Monte Arabí guarda pinturas rupestres del Neolítico, que decoran la Cueva del Mediodía y Cantos de la Visera I y II. Destacan, además, las esculturas denominadas 'cazoletas' y 'petroglifos', cuyo significado exacto se desconoce. De hecho, existen numerosas leyendas sobre este monte, plasmadas a nivel popular y en las fuentes escritas y que forman parte inseparable de este enclave mítico.

Muy cerca del monte se encuentra el Cerro de Los Santos, lugar de numerosos hallazgos arqueológicos, incluso de una "dama oferente", una estatua que puede contemplarse en la Casa de la Cultura de Yecla, así como la "Rosa de los Vientos", una gigantesca losa de piedra con una estrella grabada, encontrada también muy cerca de esta zona. Si hay una leyenda realmente conocida y famosa sobre el Arabí entre todos los yeclanos y entre todos sus visitantes es "La Cueva del Tesoro", de la que se dice que tras recorrer una serie de estrechos pasadizos, se llega a una gran puerta custodiada por dos vigilantes armados, tras la cual se encuentra un preciado tesoro. Otros dicen que esta cueva era en realidad una salida secreta de la fortaleza del Arabilejo, situada a escasos 500 metros.


FIESTAS

FIESTAS DE SAN ISIDRO

A mediados del mes de mayo, Yecla recupera su tradición agrícola, con la celebración de las Fiestas San Isidro, declaradas de Interés Turístico Regional.

Verbenas, pasacalles, actuaciones de los grupos folclóricos de la ciudad y hasta un certamen de vinos animan la vida de Yecla del 4 al 26 de mayo. Destaca la Gran Cabalgata de Carrozas, celebrada el sábado próximo a la festividad de San Isidro. En el desfile, los miembros de las peñas se visten con el traje típico y reparten vino y productos de la tierra entre los asistentes.

En la actualidad, estas fiestas son posibles gracias al intenso trabajo de las peñas a la hora de crear las carrozas, que representan aspectos primaverales y de labranza. Una vez hecho el diseño y las estructuras metálicas o de madera que se montan sobre remolques de tractores, las carrozas se decoran con diminutos trozos de papel de seda, llegando a medir, algunas de ellas, cinco metros y medio de altura, con una anchura de entre tres y seis metros de longitud.

 
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