El arranque, como viene siendo habitual, fue en la sala de catas de Estrella de Levante, donde se celebró una charla distendida pero cargada de fondo, moderada por el periodista gastronómico Sergio González. Entre anécdotas, fogones y filosofía de producto, los chefs hablaron de cocina de raíces, del peso del territorio y de cómo mantener el equilibrio entre técnica y, a su vez, llegar a emocionar.
El público, entregado, pudo descubrir el lado más personal de dos cocinas aparentemente opuestas pero con puntos en común: la búsqueda constante de la excelencia sin perder el alma.
La segunda jornada cambió de escenario pero no de intensidad. En el Centro de Cualificación Turística de Murcia (CCT), Hugo y María cocinaron un menú a cuatro manos solo para unos pocos afortunados que consiguieron entrada. La sala, completamente llena, fue testigo de una experiencia única donde la cocina japonesa con acento castizo de Ugo Chan se fusionó con el Mediterráneo elegante y preciso de Magoga. Los platos elaborados por los chefs demostraron que las fronteras, en cocina, están para cruzarlas con respeto y creatividad:
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Snacks:
Oblea de camarón Sembei.
Ostra rizada de la isla de Olerón n°2 con ponzu y chile.
Vichyssoise de espárrago blanco de Navarra con un tartar de sus yemas, colmenillas marcadas al wok, caballa curada y, colatura de anchoa y mantequilla noisette.
Escalibada de Bonito de tataki con pure de pimiento verde frito, cebolleta francesa tatemada, jugo de pimientos asados y berenjena china con Té lapsang.
Maridaje: Carchelo Orange 2024, Bodegas Carchelo.
Entrantes:
Gyozas de callos a la madrileña con garbanzo frito.
Quisquilla, Almendra y caviar.
Maridaje: Señorío de Fuente Álamo Rosado 2024 Ecológico, Bodegas San Dionisio.
Principales:
Merluza al vapor macerado en koji "rebozada" espuma de su cabeza al estilo de Botilleria y Fogon Sacha.
Ventresca de atún rojo, tupinambur y espárrago.
Maridaje: Marzas Pie Franco Monastrell 2024, Bodegas Delampa.
Postre:
Algarroba, regaliz y café.
Maridaje: Lacrima Christi, Bodegas BSI.
Comersaciones sigue demostrando que en la Región de Murcia se habla mucho, y muy bien, de gastronomía. Y que cuando se juntan dos cocineros que cocinan con cabeza y corazón, la conversación emociona.
