En la Región de Murcia hay nombres que se pronuncian con sabor. José María de Los Churrascos es uno de ellos. Y ahora, su vida, cocinada a fuego lento durante décadas entre arroces, calderos y miradas cómplices, se transforma en palabras gracias al libro que ha escrito su hijo, Benito Alcaraz, y que se presentó esta semana en el Teatro Apolo de El Algar, su tierra, su casa.
La emoción llenó el patio de butacas, igual que lo ha hecho tantas veces el aroma de un arroz meloso o una carne a la brasa saliendo de sus cocinas. El homenaje fue mucho más que una presentación: fue un reconocimiento a quien hizo de la gastronomía murciana una forma de vida, cuando hablar de "cocina de autor" era aún cosa de visionarios.
"José María ayudó a transformar y poner en valor la gastronomía cuando aún no estaba de moda", dijo la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo. Porque sí: José María Alcaraz fue pionero, fue referencia, fue el primer chef de la Región en lograr una estrella Michelin con su restaurante Los Churrascos, en 1993. Pero su mayor mérito no se mide con estrellas, sino con el cariño de quienes han pasado por sus mesas durante casi cincuenta años. Escuchar eso de "hoy comemos en Jose María" o "tengo reserva en Jose María" es mítico en la zona y más allá.
En cada página del libro, titulado José María de Los Churrascos: una vida a fuego lento, se mezclan vivencias familiares, hitos culinarios y recuerdos que son también parte de la memoria gastronómica de toda una comarca. Desde cocinar para 120 ejecutivos en Japón junto al chef Kimura, hasta lograr un récord difícil de igualar: un caldero para 1.500 personas.
A lo largo de su trayectoria, José María ha sido embajador de la cocina de la Región de Murcia, y su restaurante en El Algar sigue siendo un símbolo de buen hacer, honestidad y hospitalidad. Con más de 40 premios, entre ellos la Medalla al Mérito Turístico, el Premio de Turismo de Murcia y el reconocimiento a toda una vida de la Gastronomía Regional, su legado traspasa los fogones.
El acto terminó como empiezan las mejores historias: con un bocado compartido. En la terraza del Teatro Apolo se sirvió una michironada de verano elaborada por José María Alcaraz, acompañada de cerveza y vino del campo de Cartagena. Porque si algo representa a Los Churrascos, es eso: el placer de estar juntos alrededor de una mesa.
Este libro rinde homenaje a un chef y a su forma de entender la cocina como territorio, emoción y cultura. Una historia que sabe a tradición, a Región y a esa forma tan de aquí de hacer que un plato, un detalle, te haga sentir en casa.