Asado de pollo

Asado de pollo
La receta de hoy es de las que podríamos clasificar como "salvadoras". Una elaboración sencilla y deliciosa con la que disfrutar de la gastronomía clásica de los #1001SaboresRM en cualquier época del año. El asado de pollo es, posiblemente, una de las primeras comandas que cualquier cocinillas murciano debe aprender a elaborar en sus inicios con el mandil. Triunfo asegurado con este plato que nos acompaña desde que somos capaces de utilizar los cubiertos sin ayuda.

¿Comenzamos? Encargad a vuestro carnicero un pollo troceado para asado. Si tenéis uno preparado para barbacoa también sirve. Uno de corral subirá el nivel de vuestro plato. Precalentamos el horno a 180º mientras vamos preparando los ingredientes.

En la bandeja de horno echamos un buen chorro de aceite de oliva y colocamos la carne salpimentada bien por ambos lados. Cortamos los ajos en láminas gruesas y añadimos. Podéis colocar directamente una cabeza entera en el centro, siempre con unos pequeños cortes para que los dientes queden al descubierto.

Haremos igual con los tubérculos, cortados en gajos vistosos. Una buena idea es mezclar patata con batata. Le dará más colorido y diversidad de sabores a nuestro asado. Otro buen chorro de aceite por encima de todo y vertemos el caldo de pollo y el brandy. Si no tenéis o no gustáis de añadir el preparado (casero o de brick), utilizad un vasito de agua.

Los piñones podéis añadirlos desde el inicio o, si bien no os gustan demasiado tostados, 10 minutos antes de retirar la bandeja del horno.

Además podéis especiar aún más vuestra receta añadiendo perejil, tomillo o romero frescos. El orégano también tiene cabida. Tampoco le irán nada mal unas chalotas como parte de la guarnición o un poco de alioli para esas patatas excelsas.

Hay quien añade un tomate partido o incluso berenjena y quien baña el pollo con un buen chorro de limón antes de dejarlo dispuesto en la bandeja. ¡Jugad!

¡Y al horno con todo! Unos 45 minutos bastarán para tener la comanda lista para disfrutar.

Una maravilla con la que iniciarse en cocina, pero que nunca caerá en vuestro olvido.

Dificultad: al ser una receta tan sencilla de preparar es posible que más de uno olvide controlar el tiempo de horneado y lo deje más de lo necesario, comiendo entonces un plato reseco en exceso. ¡Hay que estar a lo que se está!

¡Dentro vídeo!

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