Anoche, Caravaca de la Cruz vivió una experiencia sensorial, inmersiva y sorprendente en un lugar secreto rodeado de naturaleza. La cita llevaba semanas anunciándose con misterio bajo el nombre de “Olas de Pangea”, como parte del ciclo YAAAS Gastro, que celebra estos días la Semana del Lúpulo. El lugar exacto no se desveló hasta el último momento, pero lo que allí ocurrió se queda en la memoria de todos los afortunados que asistieron al evento.
A las 20:30, los comensales comenzaban a reunirse siguiendo una única instrucción: vestir de verde. El dress code, "Clorófitas", es un guiño al origen de la vida vegetal, a esas primeras algas que marcaron el inicio de todo. Una vez en el enclave elegido, un rincón natural espectacular, fuera del circuito habitual, empezaba el viaje. Viaje gastronómico y emocional.
Al mando de la propuesta estaba Cayetano Gómez, chef ejecutivo del Grupo Casa Tomás y uno de los nombres más respetados del panorama gastronómico de la Región de Murcia. Su menú para la ocasión no buscaba repetir fórmulas: sorprender, retar, contar historias. Su menú estaba inspirado en la tierra, en el agua, en el vínculo con el entorno y en los sabores primitivos, sin artificios.

Remolacha, labneh-wasabi y katsoubushi de mojama; sardinas marinadas y en salazón, royal de tomate y albahaca; y pulpo con emulsión de su jugo y azafrán sobre lingote de patatas pavé fueron los entrantes.

Los principales, suculentos y espectaculares a la vez, fueron Roast beef de Cordero Segureño IGP en escabeche y Berenjena asada, miso, gamba y velouté de leche fresca.
El maridaje no fue casual. Estrella de Levante, cuya producción de lúpulo en la comarca da sentido a toda la Semana del Lúpulo, aportaba las cervezas que acompañaban el menú. También se sumaban los vinos DOP Jumilla: Alaceño 12 Cepas Viejas 2022 ecológico para el Roast beef y En Contacto 2023 para la Berenjena, reforzando la conexión con el territorio. Como cierre, la coctelería de Bendita Café & Sueños, con creaciones diseñadas especialmente para la velada, redondeaba una noche sin guión previsible.
"Olas de Pangea" no buscaba gustar a todo el mundo. Buscaba dejar huella. Y anoche lo lograba con creces, convirtiendo un rincón oculto de Caravaca de la Cruz en una especie de universo paralelo donde el tiempo se detuvo, los sentidos se agudizaron y donde cada detalle, organizado por La Lumier Eventos, importaba ¡y mucho!. Sólo había que ver las minutas, convertidas en algas.
Con propuestas como esta, la Región de Murcia reafirma su apuesta por la gastronomía como forma de vivir y contar el territorio. Una cena clandestina, sí, pero también una manera diferente de afirmar que hay otra manera de disfrutar de la cocina. Más libre, más creativa, más conectada con el entorno. Más al estilo Yaaas.